No es extraño escuchar que la prensa en Ecuador no tiene libertad para informar. Pero si extraña que algunos representantes de los medios de comunicación no pueden sobrellevarse con las autoridades locales a las cuales se deben.
El evento sucedió en Zamora en momentos culminantes de la entrega formal de la terminal aérea y la torre de control del nuevo Aeropuerto de Cumbaratza. Una supuesta entrevista terminó en altercado entre el Alcalde de Zamora, Smilcar Rodríguez; y el Periodista y Gerente de Ecotel TV, Ramiro Cueva.
El Sr. Rodriguez en el sitio de la la Alcaldía acusa de agresión al periodista. No existe versión en internet de parte del Sr. Cueva.
Ni el Alcalde tiene ningún derecho de agredir verbalmente a los medios, ni los periodistas en la persona de los medios tienen tampoco el derecho a agredir físicamente a las autoridades democráticamente establecidas.
Testigos visuales del incidente no se ponen de acuerdo con lo ocurrido. Para Jonathan Caicedo la actitud de Ramiro Cueva es equivocada.
Y asevera: "Como zamoranos de corazón debemos respaldar al señor Alcalde porque
no pueden venir ciudadanos de otras partes a insultar y maltratar a
nuestras autoridades e instituciones".
En el blog Pasa la Voz otros zamoranos hacen escuchar sus puntos de vista. María Guzmán Castillo estaba presente durante la tarde del martes 11 en las inmediaciones del aeropuerto mientras esperaba a un familiar. Ella describe el incidente: "Llegó un auto bonito y me llamó la atención, vi que salió un señor y se le acercó al Alcalde. Este le dijo despacio, la v..ga te va a dar entrevista. A los que el señor del saco café le respondió: Por que no eres hombre y lo que dices lo haces en le micrófono...pero nunca le pegó, ni nada..."
Es de esperarse que estas dos personas no tengan buenas relaciones pero su rol exige que se comporten de diferente manera. El uno porque representa la comunidad zamorana y el otro porque su obligación es comportarse como un profesional del periodismo.
Juan Alberto Toledo también hizo un comentario en Pasa la Voz Loja. Explica que todo se debe la una mediocridad mediática de los lojanos y zamoranos. Agrega: "El Alcalde de Zamora tiene que responder y dar la cara por sus actos, si hubo errores debe afrontarlos... Por otra parte quienes hemos tenido que soportar la mediocridad y antipatía de este pseudo periodista en los canales locales, conocemos cual es su proceder, dado de valiente solamente con sus intereses y con un alcance tan rídiculo de su trabajo que cuando no está buscando pelea con los mediocres, está cubriendo temas de tanta profundidad como el de “El gallo de caucho que hizo temblar a los taxistas”, “Quien llegará en el aeropuerto de Catamayo???” o “Mis viajes por el mundo”.
Y Toledo concluye con un claro mensaje para los dos involucrados: "Cerremos la atención para este par de personajes no gratos para nuestras provincias hermanas¡¡¡"
Ahora en nuestros días es común ver, que cuando alguien es convocado
para una reunión de trabajo, está llegando con más de media hora de
retraso, inclusive a veces una hora.
Por ejemplo en la ciudad de Loja, es notoria esta situación. Cuando
se convoca a una reunión, esta no puede dar inicio por la falta de
quórum. Asistir a una conferencia convocada a una hora señalada, esta no
puede dar inicio por parte de sus organizadores.
Hay casos en que hay personas y autoridades tan audaces, que llaman a
preguntar si ya están todos para también asistir, pero lo que no
entienden, es que ellos se están convirtiendo en un mal ejemplo para la
sociedad.
Pero existen también dirigentes de diferentes organizaciones tanto
sociales, políticas, deportivas, etc., que son siempre los últimos en
llegar, cuando deberían ser los primeros en estar en el lugar que ellos
mismos convocan, o a caso será falta de seriedad de ellos o son
simplemente “figuretis”, ya que su falta de responsabilidad por cumplir
la designación otorgada lo demuestra.
La puntualidad es un valor que afecta no solo las interrelaciones
personales pero la economía. Debe entenderse el tiempo como un bien que
no puede desperdiciarse. Con la falta de puntualidad las personas se
hacen mucho daño a sí mismas y causan perjuicios de diferente orden a
los demás.
Es verdad que el ritmo de la vida actual presenta serios
inconvenientes para ir de un lugar a otro, de una gestión a otra, pero
tenemos que buscarles salidas, como ajustando con precisión los tiempos
necesarios. Y lo más importante, palnificar y preveer el tiempo. Otro
problema que se presenta, es que existe un escaso esfuerzo por intentar
ser puntual, situación totalmente grave en la formación de una persona.
Diana Delonzor autora del libro Never Be Late Again, dice
que los impuntuales no tienen intención de molestar a las personas que
los esperan, ni de llamar la atención, simplemente que son así y lo han
sido durante toda su vida, la teoría más aceptada por los expertos en la
materia, afirma que ciertas personas están más predispuestas a ser
impuntuales que otras y que parte del problema podría residir en el
cerebro.
Pero los retrazados no dejan de ser una carga social. Por ellos estamos perdiendo no solo tiempo sino dinero.