Reproducido de Voces Lojanas - Marzo 6, 2009
En la década del setenta, quizá ya muchos no recuerden o no lo sepan, porque los testigos de aquella época o ya no están o no pueden hacer memoria de lo acontecido. La provincia de Loja sufrió una de las peores épocas productivas debido a la escaséz de lluvias efecto que todos conocieron como la ’sequía del 68′ en meción al año en que ocurría el desastre.
Durante esa época y con la finalidad de educar a su numerosa familia, una pareja oriunda de Catacocha y pobladores de la Hacienda de Casanga, se debieron trasladar hacia la ciudad de Loja, donde ni las visicitudes del clima, como el desafío de estar recién llegados, mermaron sus aspiraciones de crecer y hacer su nuevo hogar en Loja. Esa pareja estaba constituída por Leonidas Requelme y Eloísa Balcázar.
De aquella religiosa familia desarrollaron varios miembros de la familia, a decir: Piedad, Eladia, Melania, Félix, Manuel, Marcelo, Gladys, Alonso, Marcos y Patricia. Gracias al ahínco de sus progenitores progresaron y hoy son entes sociales útiles a la comunidad gracias a que todos ellos consiguieron lo que sus padres siempre ahnelaron, una carrera profesional.
Más sinebargo, el dia martes 3 de Marzo y en horas de la tarde, la familia era testigo de uno de los mas sublimes actos de piedad humana. El eje familiar, el sostén espiritual, la madre de todas las madres, tenía una cita con el creador. La que siempre trabajó al frente de la Legión de María en el Pedestal, la que siempre ayudaba a buen morir a los que lo necesitaban, aquella piadosa mujer que gustaba de visitar a los enfermos cuando nadie concurría por ellos, se había ido, esta vez para siempre.
El cariño y sencillez de Doña Eloísa Balcázar de Requelme pagaba sus frutos. O como dice el adagio ya popular, manos que dan reciben; ni en el lecho de su muerte estuvo sola, siempre estuvieron sus familiares y amigos para despedirla, ya en el SOLCA donde trancurrieron sus mas largos y penosos minutos, o en la sala 2 de la Funeraria Jaramillo donde no había espacio para que sus amigos le rendieran homenaje de respeto, ni en la iglesia del Perpetuo Socorro donde, dándo muestras de su religiosidad, las hermanas de la Legión de María le rendían tributo y sus familiares y amigos encomendaban su alma al creador.
Eloísa Balcázar es la madre de la nuestra y ya descanza en paz, en una de las bóvedas del Sindicato de Mecánicos de Loja. El alma siente y tiembla cuando se trata de hablar de un familiar pero llora y se agita cuando se trata de la matrona de la familia Requelme Balcázar y todas las derivaciones. Desde ésta página, estamos rindiendo pleitesía a la persona que nos alimentaba aún a sabiendas que faltaba un pan en su mesa, a aquella madre que no estatimaba el esfuerzo de maltratar sus manos mientras a mano lavaba en la quebrada de Obra Pía y sus nietos se deleitaban jugando mientras tanto. A la mujer abnegada y profunda practicante de la fé, que sin importar quien estuviese en casa, los dias sádados se rezaba el Santo Rosario a las 5 A.M. Para ella, nuestro eterno cariño.
Terminamos este post agradeciendo a todos quienes se dieron cita a su funeral y extendemos también nuestra más profunda nota de pesar su esposo en la persona de Don Leonidas Requelme, a todos sus hijos, hijos políticos y nietos, asi como al resto de familiares y amigos. Especiales condolencias par nuestra querida madre Eladia Mariana Requelme Balcázar.
Que el Sagrado Corazón de Jesús bendiga ésta familia con suficientes flores para embellecer sus vidas, y con suficientes espinas para fortalecer vuestros corazones.
No me lo contaron, yo lo he vivido!
En la década del setenta, quizá ya muchos no recuerden o no lo sepan, porque los testigos de aquella época o ya no están o no pueden hacer memoria de lo acontecido. La provincia de Loja sufrió una de las peores épocas productivas debido a la escaséz de lluvias efecto que todos conocieron como la ’sequía del 68′ en meción al año en que ocurría el desastre.
Durante esa época y con la finalidad de educar a su numerosa familia, una pareja oriunda de Catacocha y pobladores de la Hacienda de Casanga, se debieron trasladar hacia la ciudad de Loja, donde ni las visicitudes del clima, como el desafío de estar recién llegados, mermaron sus aspiraciones de crecer y hacer su nuevo hogar en Loja. Esa pareja estaba constituída por Leonidas Requelme y Eloísa Balcázar.
De aquella religiosa familia desarrollaron varios miembros de la familia, a decir: Piedad, Eladia, Melania, Félix, Manuel, Marcelo, Gladys, Alonso, Marcos y Patricia. Gracias al ahínco de sus progenitores progresaron y hoy son entes sociales útiles a la comunidad gracias a que todos ellos consiguieron lo que sus padres siempre ahnelaron, una carrera profesional.
Más sinebargo, el dia martes 3 de Marzo y en horas de la tarde, la familia era testigo de uno de los mas sublimes actos de piedad humana. El eje familiar, el sostén espiritual, la madre de todas las madres, tenía una cita con el creador. La que siempre trabajó al frente de la Legión de María en el Pedestal, la que siempre ayudaba a buen morir a los que lo necesitaban, aquella piadosa mujer que gustaba de visitar a los enfermos cuando nadie concurría por ellos, se había ido, esta vez para siempre.
El cariño y sencillez de Doña Eloísa Balcázar de Requelme pagaba sus frutos. O como dice el adagio ya popular, manos que dan reciben; ni en el lecho de su muerte estuvo sola, siempre estuvieron sus familiares y amigos para despedirla, ya en el SOLCA donde trancurrieron sus mas largos y penosos minutos, o en la sala 2 de la Funeraria Jaramillo donde no había espacio para que sus amigos le rendieran homenaje de respeto, ni en la iglesia del Perpetuo Socorro donde, dándo muestras de su religiosidad, las hermanas de la Legión de María le rendían tributo y sus familiares y amigos encomendaban su alma al creador.
Eloísa Balcázar es la madre de la nuestra y ya descanza en paz, en una de las bóvedas del Sindicato de Mecánicos de Loja. El alma siente y tiembla cuando se trata de hablar de un familiar pero llora y se agita cuando se trata de la matrona de la familia Requelme Balcázar y todas las derivaciones. Desde ésta página, estamos rindiendo pleitesía a la persona que nos alimentaba aún a sabiendas que faltaba un pan en su mesa, a aquella madre que no estatimaba el esfuerzo de maltratar sus manos mientras a mano lavaba en la quebrada de Obra Pía y sus nietos se deleitaban jugando mientras tanto. A la mujer abnegada y profunda practicante de la fé, que sin importar quien estuviese en casa, los dias sádados se rezaba el Santo Rosario a las 5 A.M. Para ella, nuestro eterno cariño.
Terminamos este post agradeciendo a todos quienes se dieron cita a su funeral y extendemos también nuestra más profunda nota de pesar su esposo en la persona de Don Leonidas Requelme, a todos sus hijos, hijos políticos y nietos, asi como al resto de familiares y amigos. Especiales condolencias par nuestra querida madre Eladia Mariana Requelme Balcázar.
Que el Sagrado Corazón de Jesús bendiga ésta familia con suficientes flores para embellecer sus vidas, y con suficientes espinas para fortalecer vuestros corazones.
No me lo contaron, yo lo he vivido!
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